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5 acciones para impulsar la diversidad en las organizaciones

Hace tiempo que la diversidad es una prioridad para toda compañía. No sólo por las razones éticas y humanas que comprenden la importancia de abrazar las diferencias, sino también por sus múltiples beneficios.

Creatividad, innovación, perspectiva, apertura a nuevos mercados, diferenciación, mejor toma de decisiones. La lista de ventajas es larga, pero cada uno de los puntos es fundamental. De hecho, está comprobado que los equipos diversos toman mejores decisiones.

Sin embargo, por mucho que entendamos la importancia que tiene la diversidad en el clima y la cultura empresariales, implementar una estrategia que la promueva tiende a ser algo complejo.

¿Cómo evitar fracasar al momento de promover la diversidad internamente? ¿Cómo hacer para que tu compañía sea no sólo diversa, sino también inclusiva?

En esta nota te contamos cuáles son las 5 acciones que no pueden faltar en tu programa de Diversidad e Inclusión.

 

5 acciones para un entorno más diverso

 

1. Formar liderazgos inclusivos

Sin el apoyo (y el ejemplo) del comité directivo, difícilmente se pueda lograr un entorno realmente diverso. Por eso, lo primero y principal es formar un liderazgo inclusivo. Es decir, un modelo horizontal y colaborativo, que integre a profesionales diferentes sacando lo mejor de ellos y haciéndolos parte activa de la toma de decisiones.

El rol de las y los líderes es capacitar a los mandos intermedios y responsables de equipo en estas nuevas dinámicas. Por ello, también deben ser los primeros en reconocer parcialidades, dejar atrás prejuicios y estar abiertos al talento sin importar el modo en que se vea. Y en tomar medidas en caso de que existan actitudes discriminatorias.

Pero, además, las personas en puestos de liderazgo deben representar a las minorías. Esto no solo contribuye a contratar y gestionar equipos más inclusivos, sino que también impulsa la estrategia de negocio.

¿Eres líder o responsable de equipo en tu empresa? Comienza por ti: crear y potenciar una cultura diversa también es tu responsabilidad.

2. Reconocer y eliminar sesgos inconscientes

Muchas veces, las conductas discriminatorias o los prejuicios no ocurren de forma consciente. Es que algunas cuestiones están tan naturalizadas en nuestro entorno cultural o nuestra educación que es difícil advertir estos marcos que condicionan las actitudes.

Pero eso no quiere decir que no haya que combatirlos y neutralizarlos. Una forma de hacerlo es a través del test de la asociación implícita. 

¿Escuchaste expresiones como “no soy racista, pero…” o “no tengo nada contra los (grupo que practica cierta religión), pero…”? Este test te permite detectar esos sesgos o parcialidades ocultas para trabajar en ellos, compartiendo experiencias para eliminar de forma natural los prejuicios.

Formar a las personas que trabajan en tu empresa en Diversidad e Inclusión es fundamental. Y el primer paso es detectar esos prejuicios y conductas del día a día que minan las posibilidades de construir un entorno realmente diverso e inclusivo.

3. Comunicar y volver a comunicar

Así como la cultura organizacional se construye todos los días, desde los roles de liderazgo y desde cada eslabón de la compañía, una cultura organizacional diversa lleva el mismo esfuerzo. Y la comunicación es clave.

Para promover un entorno diverso e inclusivo, es necesario transmitir constante y correctamente los aspectos positivos que las diferencias entre las personas que trabajan en la empresa llevan al entorno laboral. Cuanto más presente estén estos temas en el día a día de la compañía, mejor.

Para ello, se puede crear un canal de Diversidad e Inclusión en la que se compartan buenas prácticas, consejos y dudas para continuar formando en estos temas. Es importante que sea bidireccional y que exista realmente un intercambio: así, quienes se expresan también se sienten escuchados y se abren más a este tipo de conversaciones.

Crear o promover grupos internos de colaboradores según su herencia cultural, raza, género o intereses también ayuda a la visibilización y a que sientan más comodidad para expresar determinadas cuestiones (y luego trabajar sobre ellas para mejorarlas, ¡por supuesto!).

4. Apoyarse en testimonios

Es común que se desarrollen pensamientos estereotipados al interior de un grupo de personas. El mayor problema es cuando estos se transforman en comentarios discriminatorios que apuntan a desestimar o agredir a personas que destacan por sus diferencias, sean del orden que sean. Estos dichos, muchas veces están apoyados en sesgos inconscientes.

Neutralizar estos pensamientos puede ser complicado, pero no imposible si se cuenta con la ayuda correcta: personas externas que sean referentes por lo que consiguieron, sin importar su raza, género, edad o discapacidad. Testimonios de carne hueso que inviten a las personas a cuestionar sus propios pensamientos y creencias.

También podés utilizar testimonios de los propios empleados y empleadas respecto de sus experiencias en la organización. No solo para atraer talentos (porque la diversidad atrae más diversidad), sino también para derribar mitos y prejuicios que se reproducen internamente en los equipos. Nuevamente, la comunicación es clave.

5. Brindar beneficios y reconocimientos ajustados a la diversidad

Generar condiciones de igualdad es fundamental para lograr un entorno diverso e inclusivo. Pero para ello hay que hacerlo teniendo en cuenta las diferencias y las circunstancias individuales de cada persona que trabaja en tu empresa. Esto es la equidad.

Partiendo de que la fuerza laboral no es homogénea, y de que su necesidades y preferencias tampoco lo son, podés establecer beneficios y reconocimientos en función de los distintos grupos. Por ejemplo, podés dar la posibilidad de tomarse los días festivos según la religión a la que pertenezcan las personas de tu empresa: es el mismo beneficio para todas y todos, pero se ajusta a las circunstancias de cada persona.

Ofrecer una amplia gama de beneficios que tengan en cuenta diferentes requerimientos es una buena idea para potenciar la diversidad. Y lo mismo sucederá en cuanto a los reconocimientos.

Para lograr una empresa que realmente trabaje con Diversidad e Inclusión, tenés que comenzar a potenciar el cambio cultural: que todas las personas de la compañía empiecen por ser conscientes de la importancia de respetar y promover las diferencias, para así pasar a actuar en consecuencia y, finalmente, que cada una sea responsable de preservar y promover ese entorno diverso e inclusivo construido entre todas y todos.

Alentar, apoyar y exigir nuevos comportamientos, pero también la rendición de cuentas frente a actitudes discriminatorias sin importar el puesto que ocupe la persona en cuestión, son medidas que te ayudarán a impulsar la diversidad en tu organización.

Empezá a construir verdadera diversidad en tu empresa y descubrí las ventajas que supone tener humanos potenciando humanos.

 

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